El Hombre y la Muerte III



Deambule por el camino, buscando el sol, a los lados del camino veía frutas apetitosas, mas las palabras de tal sujeto habían sido precisas y no quería por nada del mundo perder esa oportunidad, me dormía caminando, mas al tropezarme despertaba y al sentir la amargura de mis labios recordaba que esto no era un sueño, que el dolor, el hambre y el calor eran reales.
Busque el solo siempre como meta de mi camino, mas este ya pronto se ocultaría, ¿cuanto tiempo tendré de ventaja? ¿Me estarán siguiendo realmente? ¿Estaré solo en este lugar? ¿El Bebe que cargo, será mi hijo? Ya al ocultarse el sol me senté en medio del camino, busque en la mochila algo para comer y para el Bebe, el había dormido, mas me detuve al oír su llanto, había pan y leche, un biberón, la leche estaba tibia, la probé antes de dársela al Bebe, el no podría tener mas de 6 meses, no tenia dientes aun, ¿el podría ser mi hijo? Cuando estuve a punto de dormir en mitad de la nada oí los aullidos de unos animales, podrían ser lobos o chacales, apreté mis dientes, mire a mi alrededor, habían unas ramas secas, me acerque a ellas y de una de ellas hice una especie de bastón por si algo o alguien se acercaba a mi lo usaría como defensa.
Me arme de valor y seguí caminando todo esto era tan real, murmure entre mis miedos:
-          Dios mío esto no me puede estar pasando.
Seguido de eso camine y camine, seguí el camino no sabia si era perseguido, no recuerdo cuanto camine, el llanto del niño me despertó.
-          Me he quedado dormido!!
Coloque al niño en la mochila, lo acomode de tal forma que no se cayera y empecé a correr, podía ver el cielo anaranjado, corrí sin parar aproximadamente dos horas, mis piernas se detuvieron ante la monstruosidad de un lago de lava.

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