Los hijos del padre


Martin llego a su casa, le extraño q la puerta no tenga seguro, ¿habría pasado algo?  Se pregunto, Toco tres veces la puerta para saber si tendría respuesta, oía voces y una mujer q lloraba, al reconocer la voz de su madre q era consolada por otra persona entro a toda prisa a la casa de su madre.

Al ver a la persona q acompañaba a su madre se sorprendió, Martin no creía ver a esa persona por el resto de su vida, pero el estaba ahí consolando a su madre y con un sobre en la mano.
Martin se acerco a su madre para saber lo q pasaba pero ella al notar la presencia de su único hijo cogió el sobre del religioso que la consolaba y se lo dio a su hijo, Martin se quedo perplejo por la actitud cambiante de su madre y mas aun cuando le dijo q su Padre lo necesitaba.


Martin no sabía nada de su padre, le gustaba la idea de q podría verlo pero se hacia muchas preguntas en su cabeza: ¿Quien es su padre? ¿Por que necesitaba su ayuda? ¿Por que esperar 24 años para aparecer en su vida? ¿Que hacia aquel religioso en su casa?

            Martin recordó lo que paso hace 9 años, su vida pasaba de lo más normal para un adolescente, vivía con su madre en Michoacán, estudiaba en un Complejo religioso, su vida era de lo más normal hasta aquel día que regreso a casa y su madre estaba con el religioso en el salón de la casa.

            Al día siguiente Martin se preparaba para ir al Instituto cuando su madre le interrumpió su cotidiana mañana.

            -Martin es necesario que hagas un viaje, no podre acompañarte hijo mío, iras con unos curas de la Iglesia de la iglesia.

La madre beso a su hijo, lo abrazo y dijo qué ya era hora de estudiar, seguidamente fue a estudiar y su madre a llorar desconsoladamente en su habitación.


            El Instituto donde estudio Martin tenia cosas extrañas, para ser un colegio religioso tenia demasiada seguridad y no entendía como  su madre podía pagar la pensión, rejas altas y hombres que parecían militares siempre estaban alrededor cuidando, Martin siempre se hacia la misma pregunta ¿Cuidando que o a quien?

            Desde su llegada al Complejo religioso a los 6 años siempre estuvo acompañado del hermano Efraín, hasta los 14 años cuando se dio su extraña desaparición y mas hombres cuidando el colegio.

            Al llegar al Complejo religioso le pareció lo mas raro de lo normal, habían tres autos en la puerta, se habían suspendido las clases y el no lo sabia, estuvo a punto de regresar a su casa cuando reconoció en la entrada del colegio al hermano Efraín Martin corrió a abrazarlo, era como su hermano mayor y había regresado al colegio, inmediatamente el hermano Efraín lo condujo hasta la dirección del colegio para reunirse con el cura encargado.

            Efra como así lo tuteaba Martin al hermano Efraín le comento que el viaje lo harían juntos y que su destino era Europa, solo eso se le estaba permitido comunicarle.

   Martin sintió vértigo al saber que por segunda vez en su vida cruzaría el Atlántico para viajar a tierras europeas, hace nueve años había conocido a Caterina, una adolescente española, fue en una extraña situación, habían reunido a muchos adolescentes en un lugar a las afueras de Madrid, recordaba q el lugar se llamaba Guadalajara por que es una ciudad de su México querido, se quedaría seis días en aquel campamento, pero solo su estadía en aquel lugar duro una noche.


   Salí a caminar la primera noche en Los Trigales, al caminar por el pasillo oí a dos hombres hablar muy fuerte, reconocí la voz de Efraín , al otro hombre no pude reconocerlo, no lo había antes, mas su acento italiano era inconfundible al acento andaluz de Efraín, aquel hombre repetía que nadie podía salir de la estancia por ningún motivo que era una orden que venia desde muy arriba, el andaluz repetía que el chico debía regresar que su madre había perdido el conocimiento en un accidente en casa.


   Me cayeron lágrimas de los ojos, me mordí los labios, estuve dudando entre intervenir en la conversación   o regresar a mi habitación por mis cosas y regresar a América, fue cuando sentí la mano de aquella muchacha que me sujeto del brazo y me pidió q me calmara, me condujo entre los pasillos y entramos a su habitación, alisto en una mochila algunas cosas me la dio, abrió la ventana de su habitación y me sonrió, no dude en salir de la habitación, arroje la mochila y me colgué para saltar la menor altura posible, por suerte mis tobillos no se doblaron o si lo hicieron no sentí dolor tenia q salir de ese lugar, mi madre esperaba por mi, recogí la mochila y la muchacha me susurro que la esperase, me sorprendió que supiera mi nombre, caminamos

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